Los casos de legionelosis acaban en el juzgado porque es una afección que puede y debe evitarse

La técnico de Sanidad Ambiental Macrina Martín Delgado y el consultor Justo García Fernández destacaron ante los administradores de fincas colegiados la importancia del mantenimiento de las instalaciones para prevenir la legionelosis.

Santa Cruz de Tenerife, 29 de febrero de 2016. “La legionelosis es un problema de salud pública, puede ser económico (porque podría afectar al turismo) y es un riesgo inaceptable socialmente”. De hecho, muchos de los casos de legionelosis registrados en las islas acaban en el juzgado, “porque las personas no están dispuestas a pasar por alto una afección que podía haber evitado y denuncian”. Así lo puso de relieve Macrina Martín Delgado, jefa de sección de Programas Ambientales de Sanidad Ambiental (Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias), en el curso sobre agua de consumo humano y prevención de la legionelosis que celebró el pasado viernes el Colegio Territorial de Administradores de Fincas de Santa Cruz de Tenerife. La especialista echó de menos, sin embargo, esta misma concienciación en las islas con respecto a otros problemas del agua para el consumo humano, y que dijo que los ciudadanos soportan como “con resignación” y sin denunciar. Si bien señaló que “se ha mejorado muchísimo la calidad del agua, y no hay contaminación bacteriológica como hace 20 años”. De hecho, señaló que el 98% de las muestras de agua analizadas en Canarias tiene la calificación de apta para el consumo, y sólo un 0,9% de las más de 80.000 muestras de autocontrol (el que realiza el gestor) en 2015 fueron de “no conformidad”.

En su colaboración con esta actividad del CAF tinerfeño, la técnico de Salud Ambiental explicó que el grueso de casos de legionelosis registrados en Canarias entre 1998 y 2014 se refieren preferentemente al sistema de agua caliente sanitaria y a torres de refrigeración, y citó que en 2003 hubo 8 casos asociados a instalaciones de spa, y en 2010 dos casos que tuvieron su origen en estación de lavados de vehículos, así como 4 casos en establecimientos hoteleros. Sobre estos últimos reseñó que se observa una tendencia creciente de casos declarados por turistas, con 15 declaraciones en 2014, año de la última estadística disponible.

La tasa más baja de todas las CCAA

No obstante, subrayó que Canarias tiene la tasa más baja de legionelosis por 100.000 habitantes de todas las comunidades autónomas. Hay que tener en cuenta que esta es una enfermedad de declaración obligatoria, que puede dar lugar a una neumonía cuyos síntomas, en los casos más graves, no difieren de la neumonía típica (es preciso hacer una prueba específica) o pueden pasar desapercibidos si termina en fiebre de Pontiac.

La legionelosis es más frecuente en personas mayores, hombres, y con patología de base, y según los datos de 2014 más del 74% se adquieren en el ámbito comunitario, y un 8% de casos son mortales.

En lo que se refiere al ámbito de los administradores de fincas, Macrina Martín Delgado llamó la atención sobre que la legionella está en todas las aguas y alcanza a los edificios, si las instalaciones no son correctamente mantenidas: agua estancada, presencia de hierro, residuos orgánicos y temperatura idónea para que prolifere. Y advirtió de que el responsable de la instalación es el propietario, independientemente de que haya una empresa contratada para este servicio.

Hay que aprender a convivir con ella

Además, avanzó que habrá una nueva normativa sobre las instalaciones de riesgo, pendiente del nuevo gobierno de la nación, mientras que en lo que se refiere a los aljibes de agua de consumo humano indicó que la normativa actual exige contar con plano del diseño de las instalaciones del inmueble, un programa de revisión, plan de tratamiento, programa de limpieza y desinfección y todo ello reflejado en un registro, que puede ser incorporado al libro del edificio.

De la legionelosis y de cómo prevenirla habló en la misma jornada formativa el ingeniero químico y consultor Justo García González, quien ilustró la importancia de la prevención con imágenes de aljibes y depósitos de imposible limpieza y desinfección, un aspecto fundamental que recoge la normativa y que debe hacerse de forma periódica. Por este motivo llamó también la atención sobre la necesidad de contar con personal competente para el buen mantenimiento de las instalaciones, mientras que las empresas deben estar dadas de alta en un registro que las autoriza a llevar a cabo estos trabajos.

Puesto que la bacteria de la legionelosis está en el ambiente, el consultor dijo que debemos aprender a convivir con ella y poner unos medios mínimos para la prevención, los más importantes: la recirculación del agua, “a mayor estancamiento, más problemática”; la medición del cloro y los equipos de dosificación, y el mantenimiento de una temperatura en el sistema de agua caliente por encima de 50 grados centígrados, puesto que entre 20 y 45 grados la bacteria está en el medio idóneo para desarrollarse. Advirtió también del riesgo de las instalaciones que presentan hierro, “un reservorio para la legionella”, y del riesgo en la manipulación del circuito del agua contraincendios para el mantenimiento o para baldear.

Este curso contó además con la intervención de dos representantes de CanariAqua, como empresa patrocinadora que ha hecho posible esta actividad. Ambos intervientes ofrecieron algunas claves para el tratamiento del agua y para el mantenimiento de las instalaciones. Para más información sobre sus servicios pueden consultar su página web: www.canariaqua.com



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